viernes, 11 de julio de 2014

«Los atletas ensayan el escarnio», de Santiago Martín Bermúdez



Martín Bermúdez, Santiago: Los atletas ensayan el escarnio. Madrid, Huerga y Fierro, 2010. 112 páginas


Cuando se revisan numerosos episodios y períodos de la historia de España se tiene a menudo la sensación de que el esperpento, esa visión grotesca y ácida de la realidad que formalizó Valle-Inclán y que, según sus palabras, encuentra sus orígenes en el arte de Goya, no es más que un realismo descarnado. Como expresaba el mismo Valle, sólo una estética sistemáticamente deformada puede aportar los perfiles exactos de los tipos, comportamientos y aconteceres que han regido el ruedo ibérico (e insular, claro).

Santiago Martín Bermúdez, Premio Lope de Vega en 1995 y Premio Nacional de Literatura Dramática en 2006, ha retomado esa larga tradición hispánica para iluminar algunos aspectos del anterior régimen de nuestro país. Él mismo confiesa en el prólogo de esta obra que “Quise componer una tragedia / Y me sale un esperpento”. Es manifiesto su acierto, a la luz del resultado y de la naturaleza de los personajes que la habitan. Porque los atletas del título son nada menos que Ramón Serrano Suñer y José Antonio Primo de Rivera, entregados a sus ejercicios gimnásticos, sus pulsiones sexuales y sus comportamientos fascistas. Y junto a ellos, el general Franco, detentador del poder, cruel, acomplejado, ridículo y terrible al mismo tiempo.

El argumento se inicia con la visita que Aniceto Agudo, hijo de quien fue médico personal de Franco, realiza al ya nonagenario cuñado del dictador. Viene a comunicarle la desaparición de una serie de documentos y testimonios relacionados con Franco, que su padre reunió y conservó en la caja de seguridad de un banco. En ellos se cifran algunos sucesos sorprendentes y uno de los secretos mejor guardados de la personalidad del Generalísimo. A partir de aquí, una sucesión imparable de escenas desarrolla la intriga, que se mueve por momentos pasados y presentes, articulada a través de la entrevista de Agudo y Serrano Suñer.

Un conjunto de personajes entre los que, además de los señalados, figuran los cantantes Concha Piquer, Miguel de Molina y Angelillo, el depravado periodista César González, el sangriento cardenal Júcar o el almirante Carrero Blanco, desfilan por un tiempo y un espacio que se desdibujan, en un ambiente que pronto adquiere la atmósfera de una pesadilla. Lo absurdo, lo grotesco y lo fantasmagórico alternan y coinciden para configurar finalmente un desvelador retrato de los años de la dictadura franquista.

Los atletas ensayan el escarnio, que mereció el Premio Talía de Teatro en su tercera edición, tiene el carácter de una fábula paródica, que desenvuelve sus claves a partir de diferentes tratamientos dramáticos, entre los que cabe citar la tragedia shakespiriana, la copla y la estética circense. Las profecías a los tres camaradas fascistas de las brujas macbethianas transmutadas en figuras tonadilleras, la aparición del espectro de Angelillo a un arrobado general Franco o la condición vampírica de su cuñado son algunos de los brillantes recursos que el autor disemina en su obra, cuajada de situaciones delirantes y al mismo tiempo plenas de coherencia histórica.

Martín Bermúdez escribe una obra valiente, desvergonzada y de gran riqueza literariodramática, en la que la abierta manifestación de los deseos, la voracidad, la depredación sexual de los personajes y su atracción por la muerte tiene un valor tanto sociopsicológico como simbólico.

Porque tras la aparentemente disparatada obsesión de Franco con los mensajes ocultos en las coplas de Angelillo, o la erótica relación de José Antonio y Serrano Suñer que Martín Bemúdez presenta en su obra, aparecen las actitudes crueles, despóticas y arbitrarias de quienes gobernaron o inspiraron la ideología dominante en España durante esos años. La caricatura y la sátira con la que dibuja a sus personajes son los elementos de los que se vale para acentuar la crudeza y el horror de sus comportamientos. La grotesca deformación de los artífices de la ominosa dictadura les devuelve así a su imagen más veraz, profundamente real.

Los atletas ensayan el escarnio es una obra que apela a la inteligencia del lector (del, ojalá, futuro espectador), mediante un humor sarcástico y un depurado lenguaje de innegable altura literaria. Con ella, Santiago Martín Bermúdez despierta los fantasmas que poblaron el siglo anterior para cauterizar las heridas abiertas de un pasado que aún proyecta su sombra sobre nosotros.

Federico Martínez-Moll



No hay comentarios:

Publicar un comentario